Saludos desde la Oficina de Relaciones Hispanas y Étnicas de las Asambleas de Dios. Estos artículos son parte de nuestro boletín mensual llamado Creando Conexiones. Puedes suscribirte aquí. Dios ha bendecido a las Asambleas de Dios con congregaciones multiétnicas en crecimiento que reflejan y sirven a las comunidades y vecindarios donde están ubicadas. Es nuestra oración que las buenas nuevas de Jesucristo y la oferta de Dios del perdón de los pecados y una nueva vida se compartan con todos los que viven y han venido a los Estados Unidos de todas las naciones, tribus, pueblos e idiomas. Así se describe el cielo en la Biblia en el libro de Apocalipsis 7:9. Nuestro objetivo es que nuestras comunidades se parezcan más al cielo en la tierra.
El mes de junio es cuando celebramos el Día del Padre, así que de antemano quiero desearles a todos los Padres que estén viendo este video un Feliz Día del Padre. Que seas bendecido con fuerza, sabiduría y valentía mientras diriges a tus hijos y tus nietos. Que tu vida refleje el corazón y el amor de nuestro Padre Celestial y que, a través de ti, tu familia y tu comunidad sean bendecidas y protegidas de todo daño y peligro.
Hoy quiero compartir algunos pensamientos del Salmo 78:70-72. “Eligió a David su siervo y lo tomó de los rebaños de ovejas; de detrás de las paridas lo trajo, para que apacentara a Jacob su pueblo, a Israel su heredad. Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón; los pastoreó con la pericia de sus manos”.
El Salmo 78 fue un Salmo histórico escrito para que el pueblo de Israel reflexionara sobre su historia pasada y contara la historia del amor y la misericordia inagotables de Dios hacia sus hijos y nietos. Si lees todo el Salmo, su historia no fue bonita, porque la historia de Israel es una de darle la espalda a Dios, corromperse y perseguir ídolos. El lado de la historia de Dios es uno de ira y juicio, pero no termina ahí. Dios, debido a la promesa de su pacto, en Su misericordia salva a la nación de su pecado y de sus enemigos, levantando a David, un joven pastor, para ser su rey. Lo que me ha llamado la atención de este pasaje es cuando Dios escogió a David para guiar a su pueblo, dice, “…lo tomó de los rebaños de ovejas; de detrás de las paridas lo trajo, para apacentar a Jacob su pueblo.” Ahora la mayoría de nosotros conocemos la historia de David. Cuando Saúl, el rey de Israel, se volvió desobediente, Dios lo rechazó y le dijo al profeta Samuel en I Samuel 16:1; “Dijo Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás por Saúl, habiéndolo yo rechazado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén, porque de entre sus hijos me he elegido un rey.” Ten en cuenta que donde las Escrituras dicen que Dios se ha elegido un rey, esto significa que Dios se ha provisto un rey. La palabra “proveer” significa “ver adelante”. Dios encontró a David, o Dios vio a David y ¿qué vio? Vio a un pastor que estaba cuidando las ovejas de su padre. La mayoría de nosotros sabemos que David se elevó a la prominencia a los ojos del pueblo en 1 Samuel 17, cuando David fue a ver a sus hermanos que estaban en el ejército de Saúl en guerra contra los filisteos y todos estaban paralizados por el miedo al ser desafiados a una batalla con un hombre gigante llamado Goliat. Dios no escogió a David porque él era un matador de gigantes, escogió a David porque lo encontró siguiendo a las ovejas con los corderitos recién nacidos. Ahora bien, eso no nos suena tan impresionante, pero para Dios eso era enorme y era lo que estaba buscando en un líder. Note bien esto, los pastores tenían dos formas de cuidar a su rebaño. Ellos los guiaron estando enfrente de ellos y ellos los siguieron desde atrás. Notarás en el Salmo 23, que fue escrito por David, describe a Dios como Su pastor que lo guía. Salmo 23:2-3 dice, “En lugares de delicados pastos me hará descansar; junto a aguas de reposo me pastoreará. Confortará mi alma. Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.” Hay ocasiones cuando un pastor no camina delante de sus ovejas, pero los conduce por detrás. ¿Por qué conduce desde atrás? Porque hay temporadas en que las “ovejas” han parido los corderitos y los están amamantando, y el pastor debe hacer mas despacio el paso del rebaño, para proteger a los más vulnerables, los corderitos. No puede conducirlos con fuerza, debe protegerlos de los depredadores. Es interesante que cuando Jacob y Esaú se reconciliaron, Esaú le dijo en Génesis 33:12-14, “Y Esaú dijo: Anda, vamos; yo iré delante de ti. Y Jacob le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo ovejas y vacas paridas; si las fatigan, en un día morirán todas las ovejas. Pase ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco a poco al paso del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor a Seir”
Toma nota de las palabras de Jacob, “Iré despacio al paso de los niños”. ¡Guau! Este es el concepto de liderazgo que Dios me está mostrando. David era el tipo de pastor que sabía cuándo era el momento de liderar desde atrás o liderar a paso lento. Propongo conducir al paso de los más vulnerables del rebaño. Para los pastores e incluso los padres, las personas más importantes en nuestras vidas y nuestras iglesias son nuestros hijos y los nuevos convertidos a Cristo. Dios escogió a David porque era un pastor hábil que conocía el valor de los corderos bebés. Nuestra cultura occidental tiene que ver con la velocidad y la eficiencia. Estamos capacitando líderes para que todo se haga todo de manera rápida y metódicamente. Pero, ¿es ese el ritmo de paso de Dios? Isaías 40:10-11 dice, “He aquí que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo dominará; he aquí que su recompensa viene con él y su paga delante de su rostro. Como pastor apacentará su rebaño. En su brazo llevará los corderos, junto a su pecho los llevará; y pastoreará con ternura a las recién paridas.” David no peleó y mató al gigante Goliat porque quería probar algo. David era un pastor con un corazón íntegro, y cuando vio a Goliat amenazar al pueblo de Dios que temblaba como corderitos, David se levantó y dijo: Yo pelearé contra él. I Samuel 17:33-35 dice; Dijo Saúl a David: No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud. David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba.” Ese es el corazón de un pastor. Con razón David cerró el Salmo 23:6 diciendo: “Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días.”
Pastor, Líder, Papá, y Mamá, Dios nos esta llamado a liderar al ritmo de paso de nuestro tesoro más preciado, nuestros hijos. En este momento, en los Estados Unidos, los niños en el vientre y fuera del vientre están siendo víctimas de una agenda malvada, impía y perversa. Es hora de reducir la velocidad y es hora de defender a los niños, es hora de levantarnos en oración a Dios y levantar nuestra voz sin miedo en nuestra cultura contra este ataque perverso a nuestros bebés. ¡Dios está buscando un nuevo David en 2022! ¡Que nos encuentre caminando a un paso mas despacio, detrás del rebaño!
Dennis Rivera
Director, Relaciones Hispanas & Étnicas